Mi querido Aurelio,
Me sumo a las muchas congratulaciones expresadas ante la
distinción que has recibido de nuestra Alma Mater, el Conservatorio Nacional de
Música. Quienes hemos visto tus esfuerzos y brillantes logros a lo largo de
cuatro décadas, trabajando indesmayablemente por la música, por la cultura y
por la sociedad, sabemos que es muy merecido el nombramiento de Profesor
Honorario del Conservatorio Nacional de Música y que es un título que más que
distinción era una deuda.
Aplaudimos el gesto, nos alegramos profundamente y
sentimos también que es nuestro conservatorio que se siente orgulloso de haber
formado un artista de tu talla.
Y quienes tenemos la alegría de contar con tu amistad
sabemos que la distinción y reconocimiento son para un ser humano de muy altas
cualidades, con un compromiso de vida al servicio a los demás y nos sentimos
orgullosos de que seas nuestro amigo.
Recibe un gran, gran abrazo, con todo el aprecio y el
afecto de estas cuatro décadas, que son los de siempre.
Oswaldo Kuan
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